Como anunciamos la semana pasada, 70 líderes conservadores de la Iglesia Episcopal cansados por el liberalismo a la que se ha expuesto esta iglesia en EEUUAA y Canadá, han constituido una nueva provincia anglicana en los Estados Unidos para demostrar "Presencia Cristiana Auténtica". Esta ruptura está motivado por por la consagración de un homosexual como obispo, el papel de las mujeres en el clero entre otras cosas.
La decisión se tomó el pasado miércoles en la ciudad de Wheaton (Illinois) y viene a ser la mayor división entre los anglicanos. La formación de este nuevo cuerpo es un reto para los anglicanos a nivel mundial y en especial para su máximo líder el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.
En los últimos cinco años, desde la consagración de Gene Robinson como obispo en Nuevo Hampshire, un número pequeño, pero creciente de parroquias y diócesis episcopales en Estados Unidos han votado para abandonar la iglesia.
La Iglesia Anglicana es la tercera denominación cristiana a nivel mundial pues cuenta con 77 millones de fieles en todo el mundo de los cuales 2,2 millones se encuentran en los Estados Unidos.
La formación de este nuevo Cuerpo así como los cánones formulados en Wheaton serán revisados esta semana por siete dirigentes anglicanos con ideas similares, muchos de ellos en África, para que los mismos sean avalados y aprobados definitivamente.
Del otro bando, Charles Robertson, asesor de la obispo Katharine Jefferts Shori, presidenta de la Iglesia dividida, dijo que "la Iglesia Episcopal, junto con la Iglesia Anglicana de Canadá y la Iglesia Anglicana de México, constituyen la presencia oficial y reconocida de la comunidad anglicana en Norteamérica".
"Reiteramos lo que ha sido una verdad para los anglicanos durante siglos", añadió Robertson. "En la Iglesia Episcopal hay sitio para personas que tienen opiniones distintas, y lamentamos que algunos hayan visto la necesidad de separarse de la diversidad de nuestra vida común en Cristo".
Durante el último año cuatro diócesis en los Estados Unidos se han separado de la Iglesia Episcopal por la consagración de Robinson como obispo y por algunas divergencias en otros asusntos entre los que se destacan creer literalmente que Jesús resucitó y en la necesidad creer y confesar a Jesús para ser salvos.
Más de una docena de iglesias al norte del estado de Virginia se han separado de la Iglesia Episcopal, y con ello se han iniciado acciones en los tribunales demandando el reparto de propiedades.
