“Los cristianos están bajo ataque, por el uso instrumental de la ley anti-lasfemia. Se están sucediendo uno tras otro los casos de falsas acusaciones y estamos muy preocupados: ya van por lo menos 5 en los últimos dos meses. Por desgracia no hay ningún cambio a la vista: el gobierno no tiene en cuenta la revisión o la supresión de la ley. Y esto es muy grave”: es lo que declarado a la prensa, Peter Jacob, Secretario ejecutivo de la Comisión Nacional “Justicia y Paz”, de la Conferencia Episcopal de Pakistán, después de la aparición de nuevos casos de cristianos acusados falsamente de blasfemia.
En los últimos días, el caso de Asia Bibi, la primera mujer condenada a muerte por delito de blasfemia ha tenido una gran resonancia. Su acusación ha sido una montadura: en junio de 2009 la mujer, casada y con dos hijos, mientras trabajan con otras mujeres musulmanas en el campo, en la provincia de Punjab, fue acusada como “infiel” y enviada a convertirse al Islam. Asia ha defendido la religión cristiana y se ha negado. Por ello, ha sido acusado de haber insultado al profeta Mahoma. Después de ser golpeada junto con sus hijos, ha sido detenida por la policía, que ha registrado las acusaciones contra ella. Hace unos días, la decisión de la corte la ha declarado culpable, basándose en el testimonio de algunos musulmanes, y la ha condenado a muerte. “Esto es un verdadero ultraje a la dignidad humana y a la verdad. Haremos todo lo posible para que el tribunal se desmienta y se valla a la apelación”, dice a Fides Peter Jacob, confirmando el interés de la Comisión “Justicia y Paz” sobre el caso de Asia Bibi.
La Comisión ha presentado a la Agencia FIDES una lista de los últimos casos de falsas acusaciones de blasfemia y violación de los derechos humanos: son por lo menos 5 en los últimos dos meses.
A mediados de septiembre Tasawar Masih, un joven cristiano de Sargodha, fue acusado por unos musulmanes jóvenes de haber insultado al Profeta. Algunos líderes religiosos musulmanes, a la cabeza de una multitud de militantes, han obligado con la fuerza y las amenazas, a la familia Masih, compuesta por 10 personas, a abandonar el pueblo. La familia tenía una casa y terrenos y de repente se ha visto sin nada, condenada a vivir en condiciones marginales y en la miseria.
En el distrito de Sialkot, a otro cristiano, Walayat Masih, le han tendido una trampa: en frente de su casa se ha encontrado la copia del Corán con algunas páginas quemadas. Una multitud de personas se ha aglomerado en su puerta y sólo la intervención de la policía ha evitado el linchamiento. La policía lo ha custodiado durante cinco días.
A principios de octubre – informa la Comisión – tres hombres de Lahore, Shahid Hassan Butt, Sheikh Shahid y Nawazish han sido acusados de haber arrancado y arrojado a la basura unas cuantas páginas del Corán. La denuncia y la posterior acción popular contra ellos ha sido dirigida por los líderes de la mezquita
Fuente PA/Agencia Fides
