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Armonía en el desacuerdo

Armonia en el desacuerdo
Armonia en el desacuerdo

Armonía en el desacuerdo es un mensaje sobre la vida de las hermanas Evodia y Síntique.  Mujeres a las que Pablo califica como “combatientes”.  Entre ellas hubo desacuerdos.  Pero el énfasis de todo es mantener la armonía a pesar de las diferencias. 

Filipenses 4:1-8

Se cuenta una vez que en una carpintería hubo una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. 

¿La causa? Sencillamente “Hacia mucho ruido” y, además, se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo, -dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. 

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija.  Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.  Y la lija estuvo de acuerdo con la condición de que fuera expulsado el metro porque siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el overol e inició su trabajo.  Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo.  Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble. 

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.  Fue entonces cuando tomó la palabra el Serrucho y dijo: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades.  Eso es lo que nos hace valiosos.  Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos”.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limpiar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.  Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. Hoy les voy a hablar de dos mujeres trabajadoras, llamadas Evodia y Síntique, pero que en algún momento de sus vidas manifestaron sus desacuerdos. Estamos hablando de madurez cristiana y este es nuestro segundo tema. Veamos cómo se da la armonía en un desacuerdo.

Elogiando las virtudes más que revelar los defectos

El poder de las palabras

Filipenses 4:1. Se sabe que las palabras tienen el poder de levantar o el poder de destruir. Pablo pudo enfrentar la situación con estas dos hermanas utilizando el mecanismo del mandato, pero en lugar de eso utilizó los elogios v. 1. Este es un texto que está lleno de un profundo afecto y calor cristiano. Vea la construcción de cada palabra. Ellos y ellas eran sus  “hermanos”.

Esto no debe olvidarse a la hora de abordar una diferencia con otro. No es un inconverso para ser tratado de otra forma. Luego dice “amados”. Esta palabra nos viene de la raíz griega “ágape” y tiene el mismo sentido cuando el Padre decía: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”. Como vemos, no es cualquier cosa un creyente. También les dijo “deseados”.

Aquí estos deseos están en armonía con todo el contexto. Pablo tenía un gran deseo de ver a sus amados hermanos, incluyendo a Evodia y Síntique, para abrazarlas y animarlas. Y note que Pablo habla del “gozo y corona mía”. ¡Qué manera de ver a sus hermanos! Elogios en lugar de críticas. He aquí el secreto para tratar los desacuerdos. Hay poder en las palabras.

El poder del reconocimiento

Filipenses 4:3. Observe la importancia de este texto. Pablo sabía que tenia a dos hermanas muy valiosas en esa congregracion. Y si bien es cierto que hubo una diferencia entre ellas ahora le pide a Epafrodito, “el compañero fiel” de acuerdo Filipenses 2:25, que trate de una manera especial a estas dos maravillosas hermanas.

Para esto Pablo apela al poder del reconocimiento. Notamos en este texto que Pablo aun cuando tiene autoridad para exigirles a las hermanas un mejor comportamiento se va por la vía de la diplomacia. No comienza señalando sus deficiencias, sino reconociendo sus enormes virtudes.

De hecho, él menciona que ellas han sido sus colaboradoras en el evangelio. Uno de los propósitos de las críticas es borrar de un solo plumazo todas las virtudes. No permitamos que una lengua deslenguada arruine el testimonio de alguien por quien Jesucristo murió.

Somos llamados para afirmar las virtudes y no para desanimar con las críticas. La mejor manera de valorar a las personas es tocando sus corazones. La palabra “amados”, unida a la palabra “gozo”, es dada para afirmar. Cuanto bien hace el reconocimiento.

Usando la sensibilidad más que la confrontación

Buscando la salida

De acuerdo con lo que Pablo nos dice la iglesia de los filipenses era su corona, pero cuando habla de la visible divergencia que se dio entre estas dos hermanas, auténticas siervas del Señor, parece que encontró una “espina” en esa corona.

Un pastor anhela que en la iglesia no haya desacuerdos entre los miembros. Pero no debe sorprendernos que aun entre los buenos creyentes tales cosas sucedan. Alguien ha dicho que donde hay luces habrá alimañas y donde hay perros habrá pulgas.

Es interesante pensar por qué Pablo mencione a estas dos hermanas. Note que esta iglesia era totalmente distinta a los corintios. ¿Por qué Pablo hizo público la vida de estas dos hermanas?  ¿Tendría a Evodia y a Síntique en mente cuando escribió Filipenses 2:3-4?

El asunto era que Evodia y Síntique eran dos hermanas muy claves en la iglesia y el ministerio del apóstol y él no podía darse el lujo que estas hermanas estuvieran bravas y al final hasta se fueran de la iglesia. El asunto mis hermanos es que la armonía no debe interrumpirse porque algún desacuerdo. Es bueno que tengamos desacuerdos, pero que nos lleven a la separación. Las distintas personalidades en la iglesia deben ser para enriquecernos, no para separarnos.

Firmeza pero no rudeza

Filipenses 4:2. Note la manera como Pablo comienza este texto: “Ruego a Evodia y a Síntique”. ¿Qué es lo que le pide? ¿Cuál es su ruego? Bueno, que “sean de un mismo sentir en el Señor”. El nombre “Síntique” puede traducirse como “afortunada” y “afable”.

Mientras que “Evodia” significa “próspera” y de “agradable aroma”. Pero lo cierto es que en ese momento ni la una estaba siendo afable ni la otra estaba despidiendo agradable aroma. Ambas, muy a pesar de sus altas virtudes y su indiscutible trabajo en la obra, estaban a punto de irse a la ruina espiritual.

Lamentablemente la iglesia estaba siendo testigo de una confrontación entre dos excelentes hermanas, que al parecer no se sabe por qué estaban disgustadas, pero que tal situación podía contaminar la buena marcha de la iglesia. La palabra “ruego” acá tiene que ver con la idea de poner a un lado algo; en este caso, poner al lado las diferencias. No sabemos quién inició el desacuerdo entre las dos.

No tenemos idea quién tuvo más culpa, pero lo que si es cierto es que hay que llegar a un acuerdo. En esto hay que ser firme y enfrentar el problema.

“Que ayudes a estas que combatieron…”

En esta parte Pablo revela el temple de  estas dos mujeres que ahora están en pugna. La palabra “combatieron” sugiere la idea de un inmenso trabajo, incluyendo los riesgos propios de anunciar el evangelio en ese tiempo, donde ellas, al lado del apóstol y un tal Clemente, fueron parte de algún gran avivamiento aún en medio de las persecuciones  a las que Pablo estuvo acostumbrado.

Cuando se recuerda el ministerio de las mujeres, con esta nota positiva, las diferencias que se hayan dado no debieran opacar el  testimonio y el amor demostrado a la obra del Señor. El enemigo es astuto. Él impulsará a que veamos otra cosa en las personas, en lugar de ver en qué ayudamos.   No dice la carta, pero había alguien dentro de la iglesia que era la persona indicada para ayudar en esta situación.

Si la persona era Epafrodito, tenemos muchas razones para pensar que él haría uso de su sensibilidad para tratar con mucha madurez este caso. Quien haya sido le pide que ayude a esas hermanas. Esto es lo que hace la diferencia en una iglesia. Necesitamos a un Bernabé para que ayude a un Pablo en su carácter.  

Revelando la cara de la gentileza

Lo que significa esta palabra

Filipenses 4:5. Cuando uno comienza a estudiar lo que Pablo nos quiso decir con esta sola palabra, nos enteramos de que es una de las palabras más ricas de las que se tenga conocimiento, y que era tan necesaria para adornar la vida de un creyente, tales como Evodia y Sintique.

Observe los posibles significados de una misma palabra: amabilidad, tolerancia, paciencia, dulce razonabilidad, mansedumbre, clemencia, sumisión, caridad, miramiento, magnanimidad, cordialidad, generosidad… De este significado se desprende el hecho que un creyente debiera reflejar en su trato para con los demás su más dulce carácter. Es la palabra que tiene la misión de moderar y apaciguar la fea reacción de la ira (Pr. 15:1).

Es alguien que es inflexiblemente flexible ante una situación que busca el balance y el equilibrio. Es la persona que no se deja arrebatar por el momento, sino que con amabilidad corrige el problema. Me llama la atención que Pablo le pide a Epafrodito que sea el que intervenga allanar las diferencias que había entre estas dos buenas hermanas. No todos tienen esta gracia.

Feliz la iglesia que cuenta con hermanos que pueden ayudar a otros, porque ellos mismos son un fiel reflejo de un carácter gentil.

Lo que debe ser más visto

Filipenses 4:2. La recomendación de Pablo que es que revelemos la gentileza en nuestras acciones. ¿Cómo es un creyente que en su corazón tiene la mansedumbre para manifestar con otros la gentileza? ¿Qué muestra esta virtud espiritual?

Un creyente que manifiesta la gentileza es alguien que hace que otros sientan el descanso cuando están en su presencia. Que nadie tenga temor de expresar su opinión y sentimiento, pues sabe que tal persona merece mi confianza. Un creyente con gentileza es un buen hombro para apoyar la frente y para derramar mis lágrimas.

La gentileza cristiana llora con el que ha fallado, en lugar de sentir satisfacción por lo que ha pasado. La gentileza respeta la dignidad de otra persona y jamás haría un comentario que denigre su testimonio y que ponga en duda su reputación. Si alguien ha fallado tratará de persuadir con amor.

Sentirá tristeza y buscará tan pronto como pueda su restauración. Hay muchas cosas que debieran ser conocidas entre nosotros, debido a la importancia de dar frutos siempre en todo, pero la gentileza debe ser lo más visto. Sin esta virtud, los demás será opaco en mi vida.

El resultado que esto trae

Filipenses 4:4. Una de las cosas que hace rico el estudio de la palabra es la conexión de una idea con el contexto donde se está desarrollando. Es el caso de este pasaje donde uno puede ver que cada versículo nos trae diferentes temas, pero la verdad es que Pablo está tratando uno que tiene que ver con las diferencias entre estas dos hermanas.

De modo entonces que este imperativo del gozo es la más indiscutible revelación de lo que debe caracterizar la gentileza cristiana. Muéstreme a un creyente que viva lleno de gozo y le mostraré a un creyente gentil, lo contrario seria una contradicción. Yo quiero pensar que Evodia y Sintique eran dos mujeres llenas de gozo, pero las diferencias por las que estaban pasando les había opacado esa hermosa cualidad cristiana.

Cuando Pablo dice: “Regocijaos en el Señor siempre… y repite en el mismo texto: “Otra vez digo, ¡regocijaos!” estaba pensando que nada debiera parar esta cualidad del alma, que es única entre los creyentes, pero que pudiera ser interrumpida por las diferencias en el carácter. Trabajamos para que esto sea visto siempre. No permitamos que alguna diferencia nos robe el gozo de ser gentiles. Y vea usted la razón: “El Señor está cerca. ¡Cuán serio es esto!

Armonía en el desacuerdo

Cuando hablamos de la madurez espiritual, el nombre de estas dos mujeres a las que Pablo hace referencia nos muestra el otro rostro del proceder del creyente. Así que al término de este mensaje digo que Sintique siga siendo “afable” y que Evodia siga siendo de “agradable aroma”.

Esto nos ayudará para vivir en armonía a pesar de los desacuerdos. Los dos textos finales (vv. 6, 7) de este pasaje tampoco están fuera del tema que hemos venido tratando. Si algo produce estrés a un buen creyente al estilo de Evodia y Sintique es la diferencia que puede darse en algún momento interrumpiendo paz.

De allí que la recomendación de Pablo es que, en lugar de estar afanosos por estos conflictos, que lo traigamos delante del Señor con “toda oración y ruego”. El resultado de esto será que la paz de Dios guardará y protegerá nuestros corazones. Entonces, a pesar de nuestras diferencias, mantengamos la armonía siendo afables como Evodia y de agradable aroma como Sintique. Que seamos de un mismo sentir en el Señor a pesar de nuestros caracteres.

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