El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas revisará un informe sobre las “contradicciones percibidas” entre la libertad de religión o creencias y la protección contra la violencia y la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Esto ocurre ya que el pasado 15 de enero Víctor Madrigal-Borloz, Especialista Independiente de la ONU realizó una serie de peticiones al organismo.
El analista sostiene que “enviará recomendaciones a los Estados y otras partes interesadas relevantes para cumplir plenamente con sus obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos para proteger y permitir que las personas LGBT+ busquen la felicidad, ejerzan y disfruten todos sus derechos humanos”. Además afirma que “las narrativas religiosas y espirituales” se han utilizado a lo largo de la historia “para promover, permitir y tolerar la violencia institucional y personal y la discriminación contra las personas por su orientación sexual” o identidad de género (real o presunta)”.
Tras conocer esta noticia el Instituto de Libertad Religiosa (RFI) ha declarado que esto podría conllevar a que la ONU adopte medidas que en deriven en una persecución por la fe ya que la Biblia condena expresamente la práctica homosexual, así como cualquier relación que no implique matrimonio entre un hombre y una mujer.
El instituto interpreta la frase “narrativas religiosas espirituales” de de Borloz llama como una crítica apenas velada de la enseñanza bíblica sobre la familia y la sexualidad. Si la ONU adopta la postura del especialista podría promover políticas contrarias a la predicación cristiana en el mundo en aras de proteger la ideología de género.