La Biblia, el libro más vendido en la historia de la humanidad, recientemente fue utilizado por un grupo de investigadores en seguridad de la información para tomarla como la base en un estudio para descubrir las contraseñas de acceso a los servicios de Internet.
Según los resultados revelados en un artículo publicados en la página web Ars Technica, los investigadores norteamericanos Kevin Young y John Dustin juntaron los textos de la Biblia con otros 15 mil obras de la literatura universal e incluso artículos de Wikipedia para crear una base de datos con 344.000 contraseñas. El estudio fue auditado por la firma de seguridad Stratford.
De forma casi inmediata emergieron un torrente de contraseñas consideradas supuestamente “inteligentes” muchas de ellas sacadas de la biblia entre las que destacan: “enelprincipioeraelVerbo” y “delGenesisalApocalipsis” por ser las más usadas.
Los investigadores han señalado que se detectaron esas contraseñas de forma prácticamente intantanea y que se consultó a Twitter, YouTube y la Wikipedia para recopilar y adicionar niveles de complejidad de contraseña y técnicas hackeo.
Es así como estos investigadores concluyen que algunos pasajes bíblicos o palabras de Wikipedia, YouTube o Twitter coincidían con las contraseñas que no habían sido descifradas.