
Los ataques tuvieron lugar el primero de julio durante los servicios dominicales de adoración por la mañana.
«Muchas personas resultaron heridas y fueron trasladadas al Hospital Provincial de Garissa. Algunas están en estado grave señaló Ibrahim Magunyi, pastor de la Iglesia Pentecostal de África oriental.
Los islamistas mataron a dos policías que custodiaban a la Iglesia Africana antes de entrar en la iglesia. Luego lanzaron granadas a los fieles cristianos y dispararon, matando a 15 miembros de la iglesia, según un informe de International Christian Concern (ICC). Al parecer, en un ataque coordinado, los islamistas también lanzaron granadas contra Iglesia romana católica de la ciudad.