Tony Blair, quien fuera Primer Ministro británico, ha criticado “laicismo agresivo” que cada vez más se va adueñando de la sociedad británica y además ha sostenido que los cristianos deben estar orgullosos de su fe y “expresarla como deseen”.
En una entrevista concedida al semanario anglicano “Church of Englang Newspaper”, el ex premier afirmó que son “ridículas” las “sanciones impuestas a algunas personas por haber manifestado públicamente su fe”.
Se refirió a casos como el de Caroline Petrie, enfermera suspendida dos meses por haberse ofrecido a rezar por una paciente, o el de Jennie Cain, que podría quedarse sin trabajo por haber pedido apoyo espiritual a sus amigos cuando la hija fue amonestada por haber defendido la existencia del infierno.
En la entrevista, el político inglés también señaló estar de acuerdo con las declaraciones de representantes de la Iglesia, que advierten que a causa del laicismo agresivo, la fe puede terminar convirtiéndose en “una excentricidad personal” y dejar de ser un aspecto importante de la vida social.
Según Blair, el conflicto entre las religiones tradicionales y la nueva doctrina liberal de los derechos humanos es “inevitable”, pero añade que “la verdadera prueba para una religión, en una época que se distingue por un secularismo agresivo, es demostrar seguridad hacia el exterior y ayudar a su causa a través de la persuasión”.
Según informó la prensa, Blair reconoció que cuando era Primer Ministro trató de evitar las referencias a la religión para que no lo considerasen un “loco” por hablar en público sobre sus convicciones personales.
Convertido al catolicismo tras su retiro, creó una fundación para promover el respeto y la comprensión entre las religiones.
Fuente: Aica.