En realidad es difícil ser cristiano en el mundo occidental, sobre todo en los Estados Unidos, y no apercatarse que existe una “guerra de adoración” en lo que al estilo se refiere (Para más saber algo más de la guerra de adoración lee mi escrito anterior titulado “¿Por qué la verdad es mejor que las tendencias?). Todos tenemos nuestras prefencias y opiniones acerca de los estilos en la adoración, bien sea estilo tradicional, urbana, clásica, rock, pop o cualquier otro. Dada la importancia, en las próximas entregas estaremos tocando el tema de la conocida guerra entre los himnos y los coros de alabanza.
Es posible que ya conozcas esta historia pues ha sido enviada por email. Si supiera quien es su autor te lo diría pero es de esas historias que se pasan y quedan en el anonimato….
Un granjero viejo fue a la ciudad un fin de semana y asistió a una mega iglesia. Al llegar a casa su esposa le preguntó que tal le había parecido.
¨Pues está bien” indicó el granjero. “Sin embargo hicieron algo diferente. Cantaron coros de alabanza en lugar de himnos.
“¿Coros de alabanza? ¿Qué es eso? replicó la esposa.
“Bueno en realidad son buenos. Son algo como los himnos sólo que algo diferentes”. Indicó el granjero.
“Bien, pero ¿en que se diferencian? dijo asombrada la esposa.
A lo que el granjero contestó: “Bueno es algo asi como si te dijese: “Marta, Marta las vacas están se están comiendo el maiz” Esto vendría a ser un himno. Pero si te dijese: “Marta, Marta, Ohhh Marta, las vacas, esas grandes vacas, sí las vacas blancas y las vacas negras, las vacas, vacas, vacas están comiendo y comen maíz, maiz, maiz” y lo repito unas dos o tres veces eso sería un coro de alabanza.
Los “coros de alabanza” comenzaron a aparecer a fines de los sesenta. Los que nos remontamos a esos años tenemos gratos recuerdos de haber estado en un cantando en un círculo “Aleluya”, “Este es el día” o “Busca Primero el Reino de Dios”.
Para fines de nuestra discusión, podemos conceptualizar a un coro de alabanza como:
- Un canto relativamente corto y que invita a la alabanza,
- A menudo sus letras son tomdas directamente de las escritura,
- y son fáciles de cantar, de tocar y de aprender por la congregación.
Hoy en día, no podemos inmaginarnos la cantidad de cristianos en el mundo entero que utilizan este tipo de cantos en forma predominante (si no es exclusiva) como música de adoración. A pesar de esta aceptación tan universal, muchos cristianos sinceros cuestionan el valor del uso de este tipo de música. A continuación expongo las razones fundamentales:
- El Mensaje: Los coros de alabanza contienen muy poca doctrina o referencias bíblicas y cuando se basan en las escrituras son algo asi como “Biblia light”.
- Están centrados en el hombre: Los coros de alabanza a menudo reflejan la fe centrada en el hombre, resaltando las necesidades personales y las experiencias en lugar de las verdades eternas. A menudo los temas en estos cantos son la cercanía de Dios y su presencia, nuestro gozo, aliento, sanidad y bendición. Un escritor señaló: “Uno no puede cantar coros de alabanza sin darse cuenta como los pronombres en primera persona (yo, mí, mío, Nosotros o nuestros) tienden a enclipsar cualquier otro sujeto”. Las letras usualmente comienzan y termina con el adorador.
- Mediocridad: El salmo 33 nos ordena a “tocar con destreza” cuando tocamos música de adoración y con este tipo de coros se requiere muy poca destrea para escribir o tocar. La excelencia y el profesionalismo se ignoran bajo el concepto de que lo simple es mejor y usualmente tiene “más unción”.
- Motivo: Muchos coros de alabanza se escriben en forma rápida y con propósito de lucro y no son el resultado de algo elaborado diligentemente para la gloria de Dios. Además muchas iglesia utilizan los coros de alabanza fundamentalmente para el crecimiento numérico y esto no está bien porque el propósito de la adoración es Dios y no las personas.
¿Son legítimas estas críticas? En nuestras próximas entregas veremos el peso de razón que tienen cada una de estos puntos.
Hasta entonces pero recuerda que “los ojos del Señor están en aquellos que le teman y que tienen esperanza en su amor que no falla (Salmo 33: 18 Versión Popular)
Bob
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