El Cuerpo de Cristo tiene un gran desafío para mantener viva su misión a pesar que muchos lugares de reunión permanecen cerrados. Internet y las tecnologías de punto han ayudado a mantener viva la comunicación de un mensaje de esperanza en momentos tan difíciles. Los creyentes han sabido utitilizar estos medios para su misión.
Muchos niglesias han querido dar respuesta a las necesidades espirituales y económicas de la gente de su entorno, a pesar de la disminución de sus ingresos económicos.
Algunas congregaciones han colaborado a paliar los efectos de la pandemia, donando material sanitario o de alimentos a gran escala, así como disponiendo de sus templos para albergar a personas. Otras han tomado la iniciativa de ofrecer escucha psicológica o acompañamiento a personas que lo necesitan trayendo sanidad emocional a la población
La iglesia latinoamericana está viva pero necesita que la mantengamos en oración para que pueda llevar a cabo su misión (Mateo 28:19-20)
Te invitamos a que te unas a nosotros y dediques unos minutos de tu tiempo de oración para interceder por la iglesia expandida a lo ancho y largo de latinoamérica.
Motivos para nuestra oración por la Iglesia Latinoamericana
A continuación proponemos puntos concretos que nos pueden servir para orar por el tema de este mes. Esta lista es orientativa pero cada uno puede orar según el Espíritu le guíe y si quieres compartir con nuestros intercesores algún motivo que creas que debamos incluir puedes utilizar los comentarios al final de este artículo.
- Para que la iglesia, sus dirigentes y creyentes tengan creatividad y puedan llevar el mensaje de salvación en las circunstancias actuales.
- Para que el Espíritu Santo de creatividad a las iglesias para proclamar el Evangelio y ayudar a quien lo necesita.
- Por los recursos que las iglesias necesitan para ser luz en sus entornos. Que el Señor provea el dinero necesario para cubrir gastos y traiga obreros para llevar a cabo la misión que Dios les ha encomendado.
- Por los pastores y líderes de las congregaciones, que estén libres del peligro de contagio y sean canales del Espíritu Santo ministrando.