Una de las enfermeras que le atienden por las noches está asombrada de la lucidez de Graham pues compartió con ella anédoctas de su abuelo quien trabajó con el evangelista.
Graham agradeció al personal del hospital toda la atención que le brindaron.
“Estoy tan agradecido por este maravilloso hospital tan cerca de mi hogar”, manifestó Graham. “Los médicos y el personal han demostrado mucha destreza y un cuidado de compasión. Estoy muy tocado por las oraciones y los deseos de tantas personas y espera que al retornar a mi hogar pueda volver a mis actividades regulares pronto”.