El devocional de hoy

Dos hermanos (segunda parte)

Lectura: Efesios 5:1-2

(Juan 15:13) Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.


El joven artista regresó a su aldea y la familia Durer hizo una fiesta de comida en la casa para celebrar el triunfo de Albrecht. Después de una buena y larga comida memorial, puntuado con música y risa, Albrecht se levantó de su posición de honor en la mesa para brindar por su amado hermano. Sus años de sacrificio que hizo para que Albrecht pudiera cumplir con sus deseos de ser artista. Al concluir su discurso dijo, "Y ahora mi querido y bendito hermano mío, ahora será tu turno. Tu ahora podrás ir a Nuremberg para perseguir tu propio sueño mientras que yo ahora te mantengo con todo lo que necesitas". 

Todas las cabezas de los reunidos en la mesa dieron la media vuelta para ver la cara del Albert que estaba sentado al otro extremo de la mesa. Lágrimas estaban trazando su triste cara mientras Albert asentaba con su cabeza de lado a lado diciendo, "no, no, no, no".

Al fin, se levanta Albert, limpia sus lágrimas de sus mejillas, mira a las caras de su amada familia y, levantando cuidadosamente sus manos y colocándolas cerca de su mejilla derecha dijo con mucha ternura, "No, hermano. Ya no puedo ir a Nuremberg. Para mí es demasiado tarde. Mira...mira lo que cuatro años en las minas ha hecho a mis manos. Los huesos de cada dedo han sido destrozados por lo menos una vez y ahora, a causa del trabajo en las minas, estoy sufriendo de artritis en mi mano derecha tanto que ni
puedo levantar mi vaso y brindar en honor tuyo, mucho menos tratar de pintar y dibujar. No hermano, para mí es demasiado tarde."

Más de 450 años han pasado. Hoy en día las cientos de obras de arte de Albrecht Durer aparecen en casi cada museo de mayor importancia en este mundo. Pero es posible que tu, como casi todos en el mundo, reconocerán solamente una obra de Albrecht Durer y a lo mejor tienes una reproducción de esta obra colgado en tu casa u oficina.

Un día, para hacer homenaje a todo lo que sacrificó su hermano Albert, Albrecht Durer cuidadosamente y detalladamente dibujó las manos abusados de su hermano. Las llamó simplemente "Manos" pero el mundo entero abrió su corazón a esta gran obra de maestro y nombraron esta obra "Manos Orando".

La próxima vez que veas esta obra, piensa en esto: ¡Nadie ...pero nadie llega al éxito solo! Tu éxito cuesta el amor y sacrificio de alguien en tu vida. En este mundo, la norma es atropellar todo aquél que se pone entre tú y lo que tú quieres obtener. El hacernos a un lado para que otro puede recibir un beneficio que queremos... o aún necesitamos es la máxima muestra del amor. Es el amor que Jesucristo ejemplificó para nosotros.

EL VERDADERO AMOR Y SACRIFICIO PUEDEN EXISTIR SOLAMENTE SI TIENES LA FE QUE DIOS MISMO PREMIA LO QUE HAS ENTREGADO.

(Efesios 5:2) y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.


Prince Parker

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