Del escritorio de Julio Ruíz

Epafras un modelo de fidelidad

Epafras un modelo de fidelidad

Estudio bíblico sobre la vida de Epafras, fundador de la iglesia de los Colosenses con un carácter digno que fue reconocido por Pablo en varias de sus epístolas.

Colosenses 4:12, 13

Epafras es uno de esos hermanos descritos en la carta de los Colosenses que están detrás de la escena. Su nombre significa “cubierto de pluma, amable y encantador”. Es una contracción de Epafrodito, pero no es el mismo discípulo a quien Pablo también elogia enormemente.

Como hemos dicho anteriormente, Pablo no fundó la iglesia a los Colosenses, ese privilegio lo tuvo Epafras. Por lo tanto, y a parte de las características que revelan en él a un hombre con un carácter digno de ser imitado, Epafras fue pastor. Pablo escuchó muy buenas noticias de la iglesia en Colosas.

En el informe tan positivo que le fue entregado de los hermanos, Epafras tuvo mucho que ver en su formación. Su corazón de pastor hizo que esa iglesia estuviera bien cuidada y dirigida. La vida de Epafras se nos presenta como un modelo de fidelidad. Al observar sus características pronto sentimos una sensación de imitar a un hombre como él, cuya vida fue una bendición para los hermanos en Colosa, pero sobre todo para Pablo en la manera cómo le ayudó en su trabajo misionero, y especialmente en la cárcel donde más se manifestó su apoyo. La fidelidad es el asunto de mayor demanda en la vida cristiana. Quizás a un creyente le podrá faltar muchas cosas que otros tienen, pero si la fidelidad es su compañera de viaje, su vida ya es un modelo que debe ser imitado.

No es fácil ser fiel en una “generación maligna y perversa” como la que nos ha tocado enfrentar. Hoy la demanda más grande es por fidelidad en las relaciones familiares y fidelidad en el ministerio, del cual Epafras es un modelo. Nos hará bien estudiar las características de este otro discípulo del Señor. ¿Por qué Epafras era amable y encantador? ¿Cual es el motivo por el cual es un modelo para ser imitado?

Por las cualidadades con las que es reconocido

Cuando Pablo escribió la carta a la iglesia de Colosas (1:7, 8), lo primero que hizo fue mencionar a su pastor, Epafras.  En ese saludo hace una distinción especial de agradecimiento por la vida de Epafras. Observemos la manera cómo Pablo habla tan bien de este discípulo en tres áreas de su vida que lo constituyen en un auténtico modelo para ser imitado.

Consiervo amado

Colosenses 4:7a.  Como también aprendisteis de Epafras, nuestro querido compañero de servicio. Los hermanos Colosenses habían encontrado en Epafras una especie de “escuela” donde aprendieron acerca de Jesús. Pablo sabía muy bien quién era este hombre. Lo llama su “consiervo y compañero”. Reconocía que aquel discípulo poseía las cualidades de un verdadero siervo, un esclavo voluntario de su Señor y Amo.  

Cuando Pablo escribió la carta estaba preso. Epafras lo había visitado para asistirle y para buscar de él el consejo para la iglesia porque una extraña herejía andaba rondando a la iglesia. Epafras entendió muy bien que su trabajo era el de un fiel siervo y compañero. Qué gran privilegio fue para Epafras ministrar al apóstol sufriente y honrado de Dios, y fue natural que Pablo sintiera un profundo afecto por él. Hermanos estas cualidades son necesarias.  

Usted no necesita ser pastor para ser un siervo del Señor. Pocos están dispuestos a ser verdaderamente sirvientes; eso es, uno que sea sumiso al Señor y al Amo de su vida.  El concepto de siervo acá es visto como si fuera un esclavo, totalmente entregado a su amo.

Fiel ministro de Jesucristo

(Colosenses 4:7b). Ahora estamos en presencia de la convicción de Epafras. Pablo lo reconoce no solo como ministro, sino como “fiel ministro”.  ¿Quién es un fiel ministro de Cristo para usted? Esto habla de alguien que va más allá de su compasión y sumisión, como un hombre de convicciones. Él fue un hombre que predicó el evangelio sin concesiones.  La idea que se transmite aquí para un ministro fiel es “uno que ejecuta los mandamientos del Maestro”. Epafras no vaciló en su lealtad al Señor e incluso en la adversidad.

De esta manera, mi corazón desea ser un ministro fiel. Es estar preparado para cumplir el mandato del Señor a toda costa. Que sea alguien que predique la verdad sin concesiones y me mantenga firme en la Palabra. Esto debe ser también mi mayor deseo. Puede que no seas llamado a predicar, pero puedes llevar a cabo fielmente lo que el Señor desea de ti. No tienes que ser un destacado creyente con muchos dones espirituales para ser fiel. La iglesia de hoy necesita desesperadamente a creyentes de convicción, a aquellos que ejecutarán fielmente los mandamientos del Maestro sin concesiones.

Quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu

Colosenses 4: 8. Esto habla de un compromiso con los que están a su cargo. Está claro que Epafras tenía un corazón por la iglesia de Colosas. Había hablado con Pablo acerca de ellos buscando el consejo piadoso para beneficiar sus vidas espirituales. Epafras era un hombre que amaba el rebaño que Dios lo había llamado a pastorear. No cabe duda de que necesitamos más hombres como Epaphras en nuestros días. 

Necesitamos hombres de Dios que se preocupen más por las ovejas que por el salario. Necesitamos pastores con más deseo por la gente que por el prestigio. Además necesitamos predicadores que se preocupen más por las necesidades que por los números. Oro para que Dios me permita crecer en mi compasión y deseo por otros. Necesitamos a aquellos dentro de la iglesia que están comprometidos con el bienestar de ella; aquellos que poseen un profundo amor y compromiso por el Señor y su iglesia. 

Debemos ser como la iglesia en Colosas, sirviendo al Señor unos a otros con amor en el Espíritu. Hoy en día tenemos más consumidores que servidores. Los que asisten a la iglesia más por lo que pueden recibir, o lo que ella puede hacer por mí, en lugar de venir con el deseo de ver lo que puedo hacer por ella.  ¿Cuánto amo realmente a la iglesia?

Por lo que él mismo es para sus hermanos

 Cuando Pablo concluye sus pensamientos en la carta de Colosenses, nuevamente menciona a Epafras  (4: 12-13).  Aquí le recuerda a la iglesia el gran amor que Epafras tiene por ellos y el ministerio que ha ejercido con ellos, con el apoyo suyo.

Un creyente con una identidad

Colosenses 4:12a.  Epafras era uno de los hermanos de Colosas. Eso significaba que él tenía una identidad con ellos, que conocía sus necesidades y fluía en medio de sus problemas. Él era un siervo. Pablo tiene mucho gusto en transmitir a esos hermanos el saludo de quien tanto les ha servido.

Con la revelación de esta identidad, Epafras no era un desconocido para ellos.  No se veía a sí mismo de manera diferente o de una posición más alta que otros sirvientes dentro de la iglesia. Era evidente que Epafras estaba feliz de identificarse con la iglesia de Colosas. Y es que nada es más importante que mi identidad con el cuerpo de Cristo.  Un creyente que dice que es fiel a Cristo, pero no lo es a su iglesia, pone en duda aún su fe. Los creyentes del primer siglo tenían una identidad con Cristo que los lleva a reunirse todos los días en el templo y por las casas.

Esta es una cualidad esencial de un verdadero siervo del Señor, porque la iglesia es el cuerpo de Cristo. Él murió para comprar su redención y darle vida eterna. Y esto es lo que afirmamos, es imposible servir verdaderamente al Señor y negarse a identificarse con la iglesia. La iglesia es la familia de Dios y ella me entenderá más que el mundo.

Un creyente con un gran fervor

Colosenses 4:12b. Pablo identificó a Epafras como un ferviente hombre de oración. No era cualquier tipo de oración que él hacía por ellos, sino una que era “encarecidamente”; es la palabra agonízomai, de la que se deriva agonía. Es una oración de intercesión, donde hay un desgaste de energía física y mental. La oración para que tenga victoria debe tener esta característica.  Epafras ejercía esta oración por la iglesia. 

No sabemos lo que le llevaba a orar de esa manera, pero así lo hacía, y Pablo conocía esa intensidad. Él tenía una verdadera preocupación por su bienestar. Él estaba comprometido a orar por la iglesia y el trabajo en el que ella estaba involucrada. Estoy convencido de que estas no eran oraciones usuales y habituales, sino oraciones genuinas y sinceras. Estaba dispuesto a tomarse el tiempo y hacer el esfuerzo necesario para orar por la iglesia. Y esto es algo que todos podemos hacer y, de hecho, todos deberíamos hacer.  Nuestras iglesias llegan a ser débiles porque no estamos comprometidos con la oración.  Nada sustituye a la oración ferviente por la iglesia. Detrás de un buen siervo del Señor está una vida intensa de oración. ¿Tiene usted ese fervor por la iglesia?

Un creyente con una gran consistencia

Colosenses 4:12c.  La oración de Epafras tenía un propósito: “para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere”. ¿Será que la falta de firmeza y madurez en muchos hermanos es por la falta de oración?  No sabemos cómo fue la conversión de Epafras, pero lo que él deseaba para su iglesia pareciera ser un reflejo de la transformación de su vida.  Epafras deseaba que la iglesia en su conjunto permaneciera madura en el Señor, conociendo plenamente y entregada a Su voluntad para sus vidas. Lo que Pablo nos muestra es que Epafras nunca estuvo satisfecho con un esfuerzo a medias. 

Mientras exista la iglesia, debe haber un lugar para su crecimiento. El deseo de ver a cada creyente llegar a la plenitud de su fe es lo que debe encender el corazón de un pastor que ama a su iglesia.  Epafras modela el tipo de vida discipular que todos debiéramos vivir. Él deseaba que cada creyente madurara en su fe. ¡Cuántos creyentes inmaduros tenemos en nuestras iglesias! ¡Cuántos todavía lo que buscan es leche en lugar de viandas! Es posible que nunca hayamos cumplido esa madurez en los creyentes, pero debemos seguir trabajando en discipular a aquellos a quienes servimos y amamos. 

Un creyente con un gran legado

(Colosenses 4:13).  Pablo dedicó otras palabras para hablar de la fidelidad de su discípulo Epafras. Las últimas que dijo coronan esa vida ejemplar que nos ofrece este compañero de prisiones. Este siervo del Señor tenía una gran solicitud por los hermanos de Colosa, pero también la tenía por los hermanos de Laodicea y los de Hiriápolis. Epafras tenía un gran celo por ellos. Este hombre había impactado la vida de muchos.

Es posible que no tengamos más detalles de la vida de este amado hermano, pero lo que Pablo nos ha dicho de él es suficiente para que pensemos en la huella que dejó en la vida de otros. En esto vemos no solo la fidelidad de vida en el carácter de Epafras, sino en la determinación del trabajo de la obra del Señor. Era evidente que Epafras había sido fundamental en la fundación y el florecimiento de las tres iglesias. Una sola vida había marcado una enorme diferencia en la vida de muchos. Dejó un legado de amor, compromiso y servicio para el Señor y su iglesia. Mis amados, lo que hacemos no es para que nos den medallas de reconocimiento, sino para dejar atrás algo que sea de un valor duradero. Debemos invertir nuestras vidas en las de otros y así dejar un legado que sea recordado.

Epafras un modelo de fidelidad 

Epafras fue un discípulo fiel que sirvió en las sombras, pero tuvo un impacto grande y duradero que fue visto por todos. Su amor y fidelidad ayudaron a asegurar el bienestar de la iglesia, animando y equipando a otros en la fe. No sabemos mucho de él como sabemos de Pablo, pero lo que hizo Epafras con su vida y en la de otros es suficiente. ¿Le gustaría usted hacer una diferencia por la causa de Cristo y el bien de la iglesia? ¿Estás dispuesto a dejarte usar por el Señor e invertir en la vida de los demás? ¿Estas listo para dejar esa vida improductiva para servir al Señor junto a otros, esforzándose por fortalecer el compañerismo y asegurar su madurez espiritual?

Es posible que pienses que no tienes muchas habilidades, pero eso no convence. Tú puedes orar al Señor por la iglesia, pero hacerlo fervientemente. No tienes ni idea lo que esto puede significar para la madurez de la iglesia. Tu testimonio puede ser un gran impacto para otros. 

Julio Ruiz

Venezolano. Licenciado en Teología. Fue tres veces presidente de la Convención Bautista en Venezuela y fue profesor del Seminario Teológico Bautista de Venezuela. Ha pastoreado diversas iglesias en Venezuela, Canadá y Estados Unidos. Actualmente pastorea la Iglesia Ambiente de Gracia en Fairfax, Virginia.
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2 Comments
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América
América
2 años de haberse escrito

He leído de estos textos anteriormente de estos hombres q el apóstol Pablo menciona en sus cartas pero no había escuchado ninguna enseñanza hasta hoy, y e a bendecido me a, desafiado a que ore de u a forma intensa por la iglesia de nuestro Señor Jesucristo boy a esforzarme para poner por obra esta palabra. Como todas sus enseñanzas está también ha, sido de gran bendición. DIOS LE BENDIGA HO JULIO RUIZ

CRISTIAN
CRISTIAN
11 meses de haberse escrito

ME ENCANTO. UNA BENDICION. CORRIJAN LOS PRIMEROS VERSICULOS. DICE COLOSENSES 4:7 Y 8 Y LAS CITAS CORRESPONDEN A 1:7 Y 8. BENDICIONES!

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