Gran parte de Alemania está considerada como una de las zonas donde más ateos en el mundo. Estudios indican que sólo el 13% de los habitantes de la región excomunista creen en Dios.
Aún así la asistencia a las iglesias está creciendo, gracias los ex-musulmanes provenientes de Irán. Ejemplo de ello es la iglesia House of God’s Help de en Berlín en la que los persas convertidos al cristianismo han duplicado la feligresía.
“Esto ha llegado como una inesperada lluvia de verano”, afirma Rosemarie Götz, diaconisa de esta iglesia. “De repente empezó a llegar gente nueva cada semana y pedían ser bautizados”.
“En el principio sólo llegaron cinco o seis iraníes. Eran fáciles de detectar y se dieron a conocer, pero luego con el tiempo trajeron a sus amigos y vecinos”.
Alemania ha experimentado un crecimiento en el Islam este año. Los musulmanes han realizado una campaña nacional para regalar el Corán en un país que en gran parte le ha dado la espalda al cristianismo bíblico.
Pero los inmigrantes iraníes o persas, que ya han experimentado la oscuridad y la opresión del Islam en su tierra natal, tienen hambre por la libertad y la alegría del cristianismo.
“Me reuní en Teherán varias veces con amigos en una iglesia clandestina en un piso y allí se nos habló de Jesús”, declaró a CBN news un creyente llamado Michael que asiste a House of God’s Help. “Hacíamos estudios de la Biblia, pero a veces sin una verdadera Biblia. Y hace cinco años me bauticé en una bañera”.
Todos los persas que se convirtieron en Irán declararon a CBN que tuvieron que huir ya que se arriesgaban a ser encarcelados o a perder la vida.
“Una vez Iba a una reunión de la iglesia casera y vi a la policía fuera de ese hogar, así que decidí no entrar”, señaló uno creyente, “Poco más tarde llame a mi casa y mi madre me dijo: ‘La policía vino a buscarte‘. Sabía que no podía volver a casa y ellos me ayudaron a huir del país”.
Götz ha señalado que los exmusulmanes conversos se han sorprendido al darse cuenta que muchos alemanes no muestran interés por el cristianismo.
“La mayoría de ellos se convirtieron al cristianismo en Irán y saber más sobre el cristianismo de lo que cabría esperar”, dijo. “De alguna manera ellos están más avanzados que muchos de nosotros porque ya han sido perseguidos por Cristo”.
No se sabe cuántos inmigrantes persas han convertido y se han unido a las iglesias alemanas pero lo cierto es que esto se ha convertido en un fenómeno en todo el país, y se dice que los los bautismos se cuentan por miles.