La nanoBiblia fue escrita utilizando un artefacto científico llamado FIB – Focused Ion Beam (Rayo ionizado enfocado). Con la ayuda del artefacto, fue posible enviar rayos enfocados de pequeñísimas partículas (iones de galio) hacia un objeto específico. Cuando las partículas llegan al objeto causan que los átomos de dicho objeto reboten logrando de esa manera grabar la Biblia. Es similar a hacer un hoyo en la tierra usando un chorro de agua a presión.
La NanoBiblia fue grabada sobre una superficie de siliconas con una muy delgada capa de oro de 20 nanómetros de espesor. Al enviar el rayo hacia la superficie se consigue que las partículas atómicas del oro reboten y dejen al descubierto la superficie de siliconas donde finalmente se graba la Biblia.
«Al enviar un rayo de partículas hacia varios puntos del sustrato, podemos grabar cualquier patrón de puntos, especialmente uno que represente texto», dijo Zohar, estudiante del doctorado en Física.
El proyecto educacional que motivó el experimento buscaba responder la pregunta: «¿Qué tan pequeña puede ser una Biblia?».
«El hecho de que la Biblia contiene tanta información (alrededor de 10 millones de bits) nos motivó a usarla en el experimento», agregó el estudiante.
Fuente: La Bibliaweb