El reconocido pastor y autor cristiano Max Lucado ha decidido celebrar cinco décadas de caminar con Cristo de una forma inesperada pero profundamente significativa: haciéndose su primer tatuaje a los 70 años. El diseño que eligió lleva una palabra cargada de significado: “Tetelestai”, que en griego significa “¡Consumado es!”, las últimas palabras que Jesús pronunció en la cruz, según Juan 19:30.
El tatuaje de Max Lucado
Lucado compartió en sus redes sociales que esta palabra no es solo su favorita de toda la Biblia, sino el mensaje que transformó su vida por completo. “Estoy celebrando el aniversario dorado de la gran gracia de Dios en mi vida. Hace 50 años, esta primavera, la gracia me encontró”, escribió. Para él, “Tetelestai” también significa “pagado por completo”, y ese fue el mensaje que lo rescató cuando era un joven de 20 años perdido en sus excesos.
“No solo estaba borracho, era racista, misógino, pendenciero y un hipócrita”, confesó Lucado con brutal honestidad. “Me preguntaba sinceramente si Cristo podría perdonar a un tipo como yo”. Fue entonces, en una noche de primavera de 1975, que escuchó a un predicador hablar sobre una gracia mayor que el pecado. En ese momento, dijo “sí” a Jesús. Y desde entonces, aunque ha fallado muchas veces, Max Lucado afirma que Cristo nunca le ha fallado a él.
Los tatuajes, una tendencia que da de qué hablar
Lucado también anticipó las reacciones: “No a todos les gustará la idea de un pastor de 70 años tatuándose. Está bien. No lo hice para la gente. Lo hice para darle gracias a Jesús, quien pagó una deuda que yo no podía pagar”.
Más allá del debate sobre si un cristiano debería tatuarse o no, lo cierto es que estos gestos están generando una nueva conversación en el ámbito de la fe. Para algunos, se trata de una ruptura con lo tradicional; para otros, una forma radical de testimonio.
Lucado cierra su reflexión con una declaración poderosa: “Me importa poco si esta verdad está tatuada en tu piel, pero me importa profundamente que esté tatuada en tu corazón”.
Joyce Meyer y su tatuajes
El gesto de Lucado no es el primero que sorprende dentro del círculo de líderes cristianos. Hace un tiempo, Joyce Meyer, conocida por su estilo directo y su amplio ministerio internacional, también dejó a muchos boquiabiertos cuando anunció que, a los 79 años, se había hecho dos tatuajes: una cruz con la frase “I belong to Jesus” en el hombro y la palabra “Love” en el tobillo.
Joyce Meyer explicó que, aunque sabía que muchos podrían juzgarla, lo hizo como una expresión sincera de su fe. Su decisión, inspirada también en Isaías 49:16, buscaba mostrar de forma tangible que su identidad está en Cristo, y no en la opinión pública. “No estoy animando a nadie a tatuarse, pero si decides hacerlo como una forma de glorificar a Dios, no deberías sentirte condenado por ello”, afirmó en una de sus conferencias.
Como agradará ésto a Cristo