(Del libro “En un rincón del alma)
(11/01/08)
Ahora entiendo que la gloria,
Oh, Dios, no la compartes con nadie.
Ya creo haber aprendido que no debo
Volver a cruzar ese margen,
Linde apenas perceptible
Que yo he descubierto tan tarde …
Perdona por entrar en tu terreno,
Perdona por osar adentrarme
A ese lugar que a Ti pertenece,
Sin noción, sin percatarme;
Olvidando que todo es tuyo,
Y que servirte es ya bastante;
Honor y privilegio recibidos
Que la vida llegó a costarte.
Ahora entiendo mi error
Al querer tomar tu parte …
… Mas nunca quise usurpar,
Nunca yo pretendí fallarte,
Ni romper tu corazón,
Ni dañar tu alma de Padre …
Perdóname, Señor, te ruego,
Déjame volver a honrarte …
… Si acaso alguna vez lo hice …
Hoy tan sólo anhelo agradarte,
Reconocer que nada soy
Y que sólo Tú eres grande;
Que todo es por tu gracia,
Que nada yo puedo darte
Si no viene primero de Ti,
Si no lo recibo yo antes …
… Reconozco mi pecado, Dios,
Hoy sé que existe un margen
Que jamás debo cruzar,
Y acaso ni acercarme …
En humildad confieso
De mi vuelo infame,
Creyendo ser alguien,
Obviando la voz del alma
Que advertía del desastre,
De esta caída terrible
Desde tan altos aires …
… Ahora sólo hay heridas,
Dolor, lágrimas y sangre,
Arrepentimiento sincero
Y necesidad de amarte …
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