Una terapeuta ocupacional cristiana ha sido disciplinada por haber orado por otra terapeuta musulmana a pesar de esta le alentó le hablase de su fe.
Victoria Wasteney, jefe del departamento de terapia ocupacional en el Servicio de Salud Nacional Británico (NHS por sus siglas en inglés) es oró por una colega musulmana recién licenciada después de que ella le expresase su preocupación por su salud. Cuando Wasteney se ofreció a orar por la musulmana aceptó gustosa.
Según informa Charisma News, poco después la musulmana elevó una queja contra Wasteney a quien se le suspendió de sus funciones por nueve meses y se le sometió a una investigación. Lo asombroso es que la musulmana en reiteradas ocasiones buscaba que Wasteney para que le hablara de su fe y nunca presentó ninguna queja contra ella ante sus superiores.
“Yo hubiese dejado de orar por ella inmediatamente si hubiese sabido que esto le molestaba, pero ella siempre me preguntaba sobre mi fe y me alentaba a seguir haciéndolo“, dijo Wasteney.
Sin embargo sus superiores consideraron que Victoria era “culpable” de tres delitos: orar por su colega, invitarle a eventos en su iglesia, y regalarle un libro cristiano con el testimonio de una niña musulmana que se había convertido a Jesús. Wasteney había le regaló a la musulmana el libro justo antes que fuese al hospital para recibir tratamiento por su salud.
El fallo contra Wasteney se hizo a pesar de que la musulmana no asistió a la audiencia disciplinaria y uno de los testigos dijo haber sido presionado para declaraciones en contra de la cristiana.
“Me temo que me han tendido una trampa” dijo Wasteney, quien además señaló la desigualdad de trato en el NHS ya para que los cristianos hablen sobre su fe siempre hay impedimiento mientras que a los musulmanes se les facilita las cosas como lo es poder orar cinco veces al día mientras que a los cristianos se les niega descanso para asistir a un servicio el domingo o que durante su tiempo de descanso o de comida puedan orar juntarse para adorar.
Wasteney apelará la decisión basada en la Ley de Igualdad británica sancionada en 2010 alegando discriminación y acoso por su fe.