El pasado viernes 5 de noviembre un tornado azotó los estados de Oklahoma y Texas en los Estados Unidos lo que ocasionó la muerte de dos personas y grandes pérdidas de infraestructura.
El tornado pasó por el pueblo de Idabel de unos 7 mil habitantes en el estado de Oklahoma. Además de las casas y negocios el ciclón se llevó el lugar de culto de la iglesia Trinity Baptist Church y parte de la estructura de un nuevo edificio que estaban construyendo.
Sin embargo eso no amedrentó a los miembros de la iglesia que la mañana siguiente fueron al sitio para colocar la bandera de los Estados Unidos en medio de los escombros y acordaron con el pastor que el culto del domingo no debía suspenderse sino que debía realizarse allí mismo.
Fue así como la iglesia se congregó en menos de 48 horas el domingo por la mañana para adorar a Jesús en medio de las ruinas y para darse ánimo unos con otros. El pastor Don Myer basó su prédica en Josué 1 y animó a los creyentes a seguir buscando a Jesús a pesar de las dificultades que encuentren.
“Doscientas diez personas se reunieron esta mañana, para alabar a Dios, en medio de una situación desoladora. Nuestra iglesia demuestra a pesar de todo gran esperanza y confía en Dios, para que nos guíe, mientras miramos hacia el futuro”, es el mensaje que puede encontrarse en su perfil de Facebook.