La historia del encarcelamiento del pastor Saeed Abedini en Irán tiene un nuevo episodio. Las autoridades iraníes lo han trasladado a un hospital donde permanece encadenado sin recibir tratamiento y con prohibición a recibir visitas.
Todo comenzó hace semana y media cuando Saeed Abednini fue trasladado a un hospital con el fin de someterse a pruebas médicas debido al deterioro de su salud y ante una posible cirugía a la que debía someterse para tratar el dolor crónico en su estómago que se originó de las palizas que ha recibido en prisión.
Todo parecía que este episodio iba a mejorar la calidad de vida de Saeed puesto que estaba siendo alimentado adecuadamente y su salud iba mejorando. Sin embargo el martes pasado todo cambió: el tratamiento fue suspendido y guardías iraníes arremetieron violentamente contra Abedini y un familiar de avanzada edad que había ido a visitarle al hospital. Abedini fue inmovilizado y esposado y su visitante fue obligado a salir del hospital.
Los guardias indicaron que por orden judicial se le prohibía las visitas y que además debía permanecer esposado en todo momento. Además el personal médico le ha informado a Abedini que saldrá del hospital y regresará a la prisión sin ser pasar por cirugía. Actualmente sólo le suministran analgésicos para el dolor y le han negado el acceso a los resultados de las pruebas médicas.
Esta situación parece que ha sido con el fin de dar apariencias ante el mundo puesto que el traslado al hospital coincidió con la visita a Irán de Catherine Ashton representante de la Unión Europea. Sin embargo el panorama cambió tan pronto como Ashton partió de Irán.